Sorpresa es la mejor palabra para describir la expresión en los rostros de quienes habitualmente pululan por Sanhattan, aquella área de negocios, grandes edificios y gente bonita, al ver que miles eran los que llegaban a manifestarse.
Tampoco faltaron los invitados de piedra, aunque algo distinto se olía en el aire... quizás era el orgullo que exudaba la policía militarizada, ya que podían desfilar gallardos con sus maquinas de represión por los barrios señoriales, mostrándole a la patronal lo bien que defendían sus intereses. Los perros guardianes le movían la cola a su dueño. Orgullo, porque “El General del Pueblo” los debía estar mirando desde arriba y no están tan errados, recuerden que todos los perritos se van al cielo.
Como era de esperar, a medida que se bajaba por las avenidas del coronel Labbe, la tranquilidad fue la reina de la jornada. Llegando al centro la historia fue la de siempre: represión, intolerancia y brutalidad de los soldados gubernamentales.
No toleraremos más golpes e insultos, no toleraremos más vejámenes a nuestras compañeras, no toleraremos más mentiras, abuso y represión. Porque aunque tengan la fuerza, nosotros tenemos la razón, tomaremos el futuro en nuestras manos y continuaremos con paros, tomas y movilizaciones y tengan presente que: “si hay que ocupar, ocuparemos hasta el cielo”
Salud y Anarquía
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1 comentario:
I wish not agree on it. I think polite post. Especially the appellation attracted me to study the unscathed story.
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