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Y la calle encontró nuevamente a los mismos, a los de siempre, a los que luchan. Pero el aire enrarecido de una capital sitiada estaba pegando fuerte en el rostro de los muchos. Secundarios, universitarios, profesores, ya no había distinción. Las luchas se homologan, los estudiantes se organizan. Santiago sitiado, y ella definitivamente “no estaba con nosotros” como su lustroso slogan de campaña.
Santiago sitiado, es como un video juego comenta un secundario, y claro que lo es. La policía militarizada convertida en animales persigue estudiantes, casi un recuerdo de la “rebelión de piedras y palos” levantada en la intifada palestina contra una fuerza magníficamente preparada para asesinar y repeler.
Que ironía, ser extranjero en la propia tierra, como todos los que durante todo el día (Cabe destacar eso si, que este “todo el día” es efectivo, durando alrededor de 10 horas en el centro de santiago la movilización y la resistencia) combatieron incansablemente no solo contra los represores, sino contra un sistema represor y dictatorial.
Increíble a los ojos de cualquiera, el abuso policial, la bota estatal tratando de detener lo indetenible, estudiantes en la calle luchando por lo suyo, por lo tantas veces negado, la educación como primer paso, siempre.
En la calle estábamos los de siempre, sin duda. Lo distinto, lo extrañamente bello es que los de siempre hemos crecidos, somos muchos, somos buenos como dice el Quelentaro.
Santiago sitiado otro día más y mucha rabia acumulada, rabia contra el capital foráneo y propio que nos oprime. Pues el capital en acción, la maraña oculta debajo del sistema que mueve los hilos del poder, es la que combatimos hoy en las calles, con piedras, palos y puños. Este es sin duda un momento histórico afirma un lustroso dirigente secundario, del mismo partido de los vendepueblos que están en el poder. Pero el momento histórico no esta en las negociaciones y arreglines de pasillo, ni en las promesas turbias de un diputado que de repente decidió hacer la pega que le encomendamos todos los chilenos. No. El momento histórico estuvo hoy, ayer y ese mañana de lucha incesante que parece tan próximo, en las calles, en todos lados.
No mas respeto al capitalismo, como ya dijese un gran hombre en su momento histórico:
“Al capitalismo no se le discute, se le destruye”