
Así es la democracia directa, las masas se unen, discuten y deciden, pero cuando esto sucede los lobos atacan en manada, amenazan y a veces muerden.
Hoy, la escuela de derecho de la universidad de chile vivió uno de esos extraños momentos en que alumnos comunes, sin mayores afinidades políticas, se unieron a ejercer la democracia como hace años no se vivía en aquel plantel. La decisión era clara, ya no se podía seguir desconociendo la situación de la educación en chile y aquella facultad era tomada en defensa de la educación pública.
Ya no había tiempo de realizar encuestas para hacer sondeos para ver si se hacían elecciones para refrendar alguna postura, como tanto hubiese gustado a las autoridades y a uno que otro falangista que se sintió sobrepasado por el clamor popular, era la hora de tomar el toro por las astas y actuar.
En respuesta, las autoridades más el centro de alumnos pertenecientes a la Democracia Cristiana se atrincheraron en las oficinas de decanato mientras era ordenado el desalojo por el señor decano. Aquel que se jacta de su tradición republicana, no se arrugaba en dejar libre el paso a la policía militarizada a las dependencias de la facultad. Hecho insólito si recordamos que la última vez que algo similar había ocurrido fue en el 87, en plena dictadura.
El saldo: aproximadamente 70 estudiantes detenidos por Fuerzas Especiales, más otros tantos cazados como animales en las calles aledañas, sin mayor provocación que haber alentado a los desalojados compañeros.
Al parecer, la fuerza de la democracia de cúpulas quiere seguir aplastando a la democracia de bases y sin embargo no nos rendiremos, porque aunque masacren nuestras ideas, nuestros espíritus siempre serán más fuertes.
La muerte del silencio, siempre será acallada por la voz de la vida
Salud!